martes, 28 de agosto de 2012

Recortes. No a la privatización y no al estado


Sobre los recortes, ya deberíamos estar planteándonos soluciones fuera de las opciones oficiales. Fuera del aburrido partido de tenis entre "público" y privado. Ocurre que aquí tenemos una manipulación más del lenguaje. Detrás del amigable término: "público" se esconde lo "estatal". Y esta es la trampa en la que caemos. Casi nadie cuestiona al estado. Es tan grande que lo tenemos delante y no lo vemos.

No estoy a favor de la privatización de los servicios públicos, pero tampoco quiero un monstruoso aparato estatal haciéndose cargo de ellos. Aunque nunca se hable de ella, existe otra opción. Una gestión popular. Para que sean verdaderamente servicios públicos.

A estas alturas deberíamos habernos dado cuenta de lo ineficaz que resulta el estado como intermediario. A la vista están el esperpéntico derroche, la corrupción, los privilegios, etc. Si no lo vemos estamos ciegos.

Y ahora todo el mundo está de acuerdo en clamar contra los recortes. Pero ni una palabra para cuestionar al estado. Ya lo dijo Benito Mussolini: "Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado"

Habría que ver lo que se puede hacer con los miles de euros por persona que nos quitan en concepto de seguridad social, por ejemplo. Nuestro deber es desobedecer. Negarnos a seguir alimentando al monstruo. Dejar de pagar impuestos, organizarnos, y gestionar nosotros mismos nuestras necesidades.

Por lo menos deberíamos empezar a pensar en como hacer esto. Y dejar de seguir la pelota entre ESTATAL y privado.