Podemos observar que en la vida no hay nada blanco o negro, que lo acertado está siempre en encontrar un punto de equilibrio. Cuando pensamos en una actitud sana, equilibrada, lo último que nos imaginamos es un manifestante enfrentándose a la policía con la cara tapada. En los medios de comunicación dicen que estas personas pertenecen a grupos de "extrema izquierda". Saben que la gente va a hacer una asociación inmediata del término "extremo", con "equivocado". Por la experiencia hemos comprobado que los extremos no son aconsejables, y ese término nos produce un rechazo instintivo.
Estando de acuerdo en que lo acertado está en el punto medio, el punto de equilibrio, el que una actitud sea equilibrada o realmente extremista, dependerá de la gravedad de la situación. Si estamos en medio de una guerra, es lógico, equilibrado, luchar para defenderse, mientras que si realmente no existe amenaza, una actitud combativa será algo propio de paranoicos.
Todo está en determinar cual es la situación, cual es realmente su gravedad. Para poder adoptar una actitud equilibrada ante esa situación.
Ocurre que la percepción que tenemos de la realidad, está totalmente condicionada por los medios de comunicación. Estos la distorsionan interesadamente. La gravedad de los problemas se nos oculta constantemente. Nos venden una situación de normalidad, de orden, de estabilidad. Es muy difícil no estar condicionado por esta visión, incluso siendo crítico con lo que te muestran. Hemos sido bombardeados sensorialmente desde siempre. Los medios de comunicación, la educación, la familia. Un largo proceso de adoctrinamiento, muy eficaz, ya que ni siquiera se reconoce que exista tal adoctrinamiento. Es muy difícil luchar contra algo que constantemente te dicen que no existe. Aunque se pueda ver claramente, siempre te lo negarán, y puede que no te mientan. Puede que realmente estén convencidos de que no existe. Esto depende del grado de estupidez. La estupidez es una cualidad muy buscada en las personas que se dedican a adoctrinar, ya que las hace mucho más eficaces en su labor, al creerse realmente las tonterías que dicen.
Una persona que tenga inquietud por conocer la realidad sin distorsiones, buscará activamente, intentará encontrar medios independientes para proveerse de información, y si es persistente, llegará a encontrarse ante un panorama desolador.
La desoladora realidad, la vamos a resumir en tres grandes, grandísimos problemas:
Crisis energética, climática y económica. Mucha gente cree tener un conocimiento suficiente sobre estos temas. El razonamiento que hacen es que si necesitaran saber algo más, se lo dirían por la televisión, que es donde aparecen los temas importantes, y consciente o inconscientemente tienen confianza en los grandes medios de comunicación, les confieren un prestigio, una credibilidad mayor, por ejemplo, que la de cualquier blog.
Analizar la situación en la que estamos, estos grandes problemas, aunque sea muy por encima, alargaría demasiado este texto. Ya veremos cada uno. Solo adelantar que las conclusiones a las que vamos a llegar son, como decía, desoladoras.
Una vez la persona curiosa, inquieta, llega a conocer la realidad que nos ocultan, vivirá ya en un mundo muy diferente al de la mayoría de la gente. Entonces puede adoptar una actitud coherente con su grado de concienciación, con lo cual será inmediatamente marginado por la sociedad, o bien disimulará como un cabrón, para permanecer integrado, en la medida de lo posible, pero consciente. En cualquier caso, si es una persona bien nacida, será consciente de la necesidad de luchar, aunque tenga que ser atacando y escondiéndose, contra este estado de cosas. Se podrá decir entonces que tiene un actitud equilibrada, dadas las circunstancias.
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